Todo el que se jacte de escribir, debe jactarse
también de saber escuchar y leer. El recurso de la oralidad permitió el
desarrollo cultural y lo sigue acompañando. ¿Existirá un pueblo que carezca de
esas historias misteriosas que se cuentan alrededor de una fogata? Son
historias nuestras porque reconocemos el entorno donde sucedieron, los
personajes que participaron o los hechos sobrenaturales que conllevan.
Yabel
René Guadarrama Rivera, cuentista y poeta de Capulhuac, compañero de oficio y
de viaje, se ha preocupado por recopilar y acuñar (lo más fielmente posible)
las leyendas de su pueblo. La labor ardua de recopilar historias, de
desempolvar recuerdos, de registrar la conciencia popular, requiere de
paciencia y tesón; requiere también de un espíritu sensible que pueda convertir
la tradición oral popular en un libro.
Yabel
René, con quien hemos entablado ya un diálogo y quién nos ha compartido en otro
instante sus cuentos y poemas, viene hoy ante nosotros a compartir sus
leyendas. Esas que ha escuchado desde que era niño y que arroparon su noble
oficio de escritor. Su loable ejemplo nos invita a reflexionar si las leyendas
de nuestro entorno, de nuestro propio pueblo, podrían o deberían ser escritas.
Con ustedes, el becario de literatura, nos presenta
el proyecto Arcillas de mi Tierra –Tradición oral de Capulhuac-
del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico del FOCAEM XVI
Convocatoria 2012.
Umberto Almanza
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