miércoles, 9 de abril de 2014

Don Nicanor Gómez y la representación de Semana Santa en Capulhuac



     En la región la representación más antigua de Semana Santa es la que se realiza en Capulhuac, empezó a realizarse en el año de 1867 aproximadamente, por iniciativa de Don Nicanor Gómez, aprovechando las bellas imágenes que hasta el día de hoy permanecen en la iglesia y que datan de 1723; desde esa época se realizaba la Semana Santa, pero no con una representación, sino con procesiones que se hacían dentro del atrio, se rezaba el vía crucis, la gente llevaba en andas las imágenes, hacían lo que se conoce como pasos de Semana Santa, desde entonces el acto más impresionante era el encuentro entre Jesús y su madre.
     Don Nicanor había sido miembro de la Guardia Nacional en la época de la Intervención francesa; en cierta ocasión encabezó la defensa de Capulhuac de las tropas imperiales, se atrincheró con otros vecinos en el templo de San Bartolomé Apóstol, lo derrotaron y se lo llevaron preso para Tenancingo, en donde lo iban a fusilar, logró salvarse porque se fingió enfermo de tuberculosis, para ello se metió  en la boca sangre seca de venado, la que escupía cuando  tosía, al verlo en tales condiciones y ante el miedo al contagio, los soldados franceses lo abandonaron a medio camino.
     Cuando se dio la secularización de los bienes del clero, Don Nicanor fue el único que aceptó un terreno perteneciente a la iglesia católica, los demás lugareños no aceptaron terreno alguno porque el tío Pashcamilli –así le decían al cura del lugar-, había amenazado con excomulgar a quien lo hiciera; dicho terreno es el que actualmente alberga al templo presbiteriano.
      Un día martes Don Nicanor andaba en la plaza de Santiago, cuando vio en un puesto de chacharas un par de libros que a la larga dejarían huella en él: El Mártir del Gólgota de Enrique Pérez Scrich y El Nuevo Testamento.
      La lectura del primer libro hizo que Don Nicanor transcribiera las partes correspondientes a la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, surgiendo así el primer libreto con el que habría de representarse Semana Santa en Capulhuac, él fue el primer Caifás de esta escenificación.
      Al tiempo que leía el Mártir del Gólgota se adentró en la lectura del Nuevo Testamento, poco a poco fue cambiando su idea en torno a la religión católica, comenzó a cartearse con un pastor protestante y acogiéndose a la ley de libertad de cultos fundó la iglesia presbiteriana en Capulhuac.
     Esto hizo que las gentes  de Capulhuac no le den crédito como el iniciador de la representación de Semana Santa, y que cuando hablan de dicha tradición se olviden de él, dando crédito solamente a dos de sus contemporáneos, quienes también tienen su relevancia, porque cuando Don Nicanor Gómez decidió renunciar al catolicismo quemó el libreto; estos dos personajes se llamaban Nieves y Margarito Mejía, ellos se encargaron de reunir a los demás actores, y pedirles que les dictaran sus parlamentos, y volvieron a escribir el libreto de la representación, mismo que aún existe y al que se le denomina como el libro.

     El hecho de que el señor Gómez haya cambiado de religión le trajo problemas, los antiguos habitantes del pueblo se inconformaron con su presencia, en varias ocasiones quisieron matarlo, hasta que un día lo lograron, lo lincharon en Almoloya del Río.

Fuente: GUADARRAMA Rivera, Yabel René. Don Nicanor Gómez. En Arcillas de mi tierra -Tradición oral de Capulhuac-.  Tlacaxipehualiztli Ediciones.

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