Por: GUADARRAMA Rivera, Yabel René.
Cuenta la leyenda que las peregrinaciones a Chalma son tan longevas como la historia misma de México. Desde la época prehispánica llegaban a este lugar, en específico a una cueva que era una réplica del útero materno, peregrinos de lejanas partes a venerar a Oztoteótl, Señor de las cuevas, al que también se le identifica como una advocación de Tezcatlipoca Negro.
En 1537 los frailes Sebastián de Tolentino y Nicolás Perea, de la orden de los agustinos, evangelizaron la región de Malinalco y Ocuilan.
Para 1539 se enteraron que en San Miguel Chalma existía una cueva en que se veneraba a Oztoteótl. Indignados los misioneros, descendieron por veredas y barrancas para dirigierse al lugar referido. Al llegar uno de los religiosos, conocedor del ocuilteco, sumamente molesto reprendió a los naturales, algunos lo escucharon, otros abandonaron el lugar de culto. Los frailes tuvieron la intención de erigir una cruz en dicho lugar, como es de suponer los nativos se opusieron.
Días después los frailes agustinos se dirigieron a la cueva, con el propósito de imponer la efigie de la cruz, su sorpresa fue mayúscula, Oztoteótl yacía destruido en el suelo a los píes del altar, sobre este se encontraba la imagen de Cristo crucificado.
Inició así su culto. Milagro o no, las peregrinaciones siguieron realizándose a la cueva, sólo que en honor al Santo Señor de Chalma. Dicen los entendidos que dicha imagen sangrante, no es otra más que la imagen del Señor de Burgos, que es muy venerado en España.
Durante 271 años hasta su traslado a la Estancia de San Miguel Chalma, permaneció la imagen de Cristo en la cueva, ya que fue para fines del siglo XVI cuando los frailes Bartolomé de Jesús María y Juan de San José decidieron fundar un convento de visita para los peregrinos.
Y sí, al despuntar el S. XXI, aún podemos escuchar por las barrancas y veredas de Chalma, un rumor de voces que parsimoniosas repiten: San Miguelito de Chalma/ Ya parece que vamos llegando/ por la bajada de la Cañada/ San Miguelito de Chalma…[1]
Danza de los Inditos de Capulhuac, México. 1975.
Archivo particular: Yabel René Guadarrama Rivera©.
Fuentes:
Avila, Jorge. El Cristo de Chalma, en Guía México Desconocido, No. 21, Edición Especial. 1995. México. Pág. 30-32.
___ Relación de la Danza de inditas de Capulhuac. D.P.
Romero Quiróz, Javier. Historia de Malinalco. Gobierno del Estado de México. Toluca, Edo de México. 1980.280 pp.
Sangines García, Esther. “El Santo Señor de Chalma.” En Relatos e historias en México. Año III. Número 28. diciembre de 2010. Pág. 24-30.
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