El primer centro de culto católico que
tuvo Capulhuac fue la ermita de Nuestra Señora del Rosario. Se dice que
tuvieron que pasar muchos años para que se construyera el templo de San
Bartolomé.
Las piedras con las que la que lo
construyeron, fueron acarreadas por las personas que en ese entonces vivían en
el pueblo, las traían cargando en la espalda en cacaxtles o xundes; no se
escapaba nadie de acarrear el material de construcción, ni el mismo san
Bartolomé, pero no el grande, sino el chiquito, el que llamamos peregrino; lo acomodaban
en una mesita, en ella apilaban piedras, después cuatro señoritas la cargaban
en andas. Esas piedras las traían por rumbo del ojo de agua del Pedregal, del
río San Juan y de San Luis.
Oralidad de
Capulhuac de Mirafuentes
Fuente: GUADARRAMA Rivera, Yabel René. Arcillas de mi tierra -Tradición Oral de Capulhuac-. Tlacaxipehualiztli Ediciones- México, 2013. Pp. 103.
Fotografías: Yabel René Guadarrama Rivera. D.R.
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